Política Transformar la Secundaria Misionera
En Misiones la secundaria es disruptiva
Marco Pedagógico
La escuela secundaria ocupa un lugar clave en la vida de las y los jóvenes. Se espera que su formación integral les permita ejercer una ciudadanía local y global plena y activa y que contribuya a la construcción de su proyecto de vida. Que amplíe sus oportunidades en el ingreso al mundo del trabajo y que, eventualmente, orienten sus decisiones de continuar formándose en el nivel superior. Las expectativas son altas y grandes los desafíos.
Para poder hacerle frente a estos desafíos, en la provincia se viene trabajando desde 2020 en la Transformación de la escuela secundaria misionera que permita proveer una educación integral, permanente y de calidad para todos nuestros habitantes. Por su parte, CIPPEC e Instituto Natura, en alianza estratégica con el gobierno, nos acompañan y asisten técnicamente en esta transformación.
Misiones es un ecosistema natural por excelencia, en tanto la provincia posee más de la mitad de la biodiversidad del país. El desafío que tenemos por delante es construir un ecosistema de alto conocimiento colmado de oportunidades, desarrollo y crecimiento para que las nuevas generaciones puedan construir su proyecto de vida en suelo misionero. Transformar la escuela secundaria es un componente estratégico y necesario para este plan.
El primer paso es reconocer que la transformación de la escuela secundaria es necesaria. Que la secundaria misionera garantice trayectorias completas y aprendizajes significativos para cada adolescente y joven de la provincia es posible. El segundo paso es que como comunidad educativa de Misiones nos comprometamos con este objetivo. La transformación de la escuela secundaria solo puede realizarse de forma colectiva.
¿CUÁL ES LA SECUNDARIA MISIONERA A LA QUE ASPIRAMOS?
Consideramos que es un momento oportuno para dar nuevos pasos hacia la construcción de una secundaria orientada a mejorar las trayectorias, los aprendizajes y la justicia educativa. La Ley de Educación Nacional marcó un horizonte para el diseño de las políticas educativas de nivel secundario sobre el cual hay que seguir construyendo.
Buscamos construir políticas integrales y contextualizadas, considerando la historia, la idiosincrasia y las posibilidades misioneras. Solo así estas políticas tendrán sentido, impacto real y sostenibilidad en nuestro territorio.
Desde el Ministerio de Educación, Ciencia y Técnica en alianza estratégica con CIPPEC y el Instituto Natura nos proponemos trabajar por una educación secundaria integral y de calidad. Entendemos que una educación integral es aquella que contempla el aprendizaje en las distintas esferas de la vida humana y atiende no solo el desarrollo cognitivo, sino también el emocional y social de cada estudiante.
Por educación de calidad, por su parte, entendemos una educación incluye a todos los y las adolescentes y que les brinda los conocimientos y las capacidades necesarias para la vida en sociedad y el desarrollo de sus proyectos de vida
Esta visión de la escuela secundaria se sustenta en cinco principios. Es una escuela que:
Favorece el desarrollo del proyecto de vida de sus estudiantes.
Promueve aprendizajes significativos e integrados para el Siglo XXI.
Acompaña la trayectoria de los y las estudiantes.
Propone metodologías activas del aprendizaje centradas en el estudiante.
Vincula sus propuestas formativas a los entornos socioproductivos.
Promueve el trabajo colaborativo y la conformación de comunidades de aprendizaje.
Favorece el desarrollo del proyecto de vida de sus estudiantes
La escuela secundaria debe ser capaz de brindarle a todos los adolescentes y jóvenes los conocimientos y las habilidades necesarias para construir sus proyectos de vida. Esto implica que puedan desarrollarse como personas, elegir una profesión u ocupación, cursar estudios superiores y/o integrarse en el mercado laboral con las competencias necesarias, continuar aprendiendo a lo largo de toda su vida y desempeñarse constructivamente en su entorno como ciudadanos responsables.
Poner el foco en la construcción del proyecto de vida de cada joven implica pensar una propuesta pedagógica renovada. Que les permita a los estudiantes desarrollar una autonomía gradual, conocer sus fortalezas, sus necesidades y sus intereses. Que les enseñe a trabajar y a convivir con otros. Donde el currículum vigente pueda conectarse con contenidos emergentes ligados al contexto más próximo y a la realidad de cada estudiante, de modo tal que le resulte atractivo y relevante para la construcción de su proyecto de vida.
Promueve aprendizajes significativos e integrados para el Siglo XXI
Necesitamos una escuela secundaria que favorezca experiencias educativas con sentido para las y los estudiantes, y que ofrezca oportunidades de más aprendizaje. Para eso, debemos priorizar los contenidos definidos en el Diseño Curricular y vincularlos con los saberes emergentes ligados al contexto de cada estudiante, de modo tal de acercarlos a sus intereses y necesidades.
Además de ser significativos, los aprendizajes deben estar integrados. Dado que la realidad es multidimensional y compleja, solo integrando diferentes campos del saber es posible comprenderla en mayor profundidad. Es por eso que es necesario fomentar el trabajo interdisciplinario en las aulas. Pero también es necesario integrar los aprendizajes al interior de cada disciplina.
Acompaña la trayectoria de los y las estudiantes
Cuando hablamos de acompañar las trayectorias nos referimos a la cualidad de un sistema educativo que acoge a la totalidad de adolescentes y jóvenes, que promueve su formación integral con aprendizajes de calidad y que logra su egreso a tiempo, un sistema educativo con justicia educativa. Impulsamos una escuela secundaria que no deje a nadie afuera, que enseñe en la pluralidad y que acompañe la trayectoria de cada estudiante.
Para ello es necesario crear propuestas que atiendan a la realidad de cada grupo de estudiantes. Una secundaria realmente inclusiva reconoce la pluralidad de culturas, lenguas, condiciones de vida y puntos de partida de quienes asisten a la escuela. Hace de la diferencia su desafío y de la pluralidad su riqueza. Esto implica un verdadero reconocimiento de la multiplicidad de formas de vida y un fuerte compromiso por promover el pleno desarrollo del potencial de cada persona.
Propone metodologías activas del aprendizaje centradas en el estudiante
Cuando imaginamos una propuesta pedagógica donde los estudiantes tienen protagonismo, nos imaginamos una formación de sujetos activos, capaces de tomar decisiones, reconocidos en sus potencialidades y con autonomía creciente. Para que esto suceda los estudiantes deben ser tratados como fuente de iniciativas, con experiencias educativas donde decidir y hacerse cargo de esas decisiones, donde comprometerse y donde poner en juego sus conocimientos y habilidades.
Proponemos trabajar por una escuela secundaria con metodologías activas de enseñanza y centradas en el estudiante para favorecer aprendizajes relevantes y despertar la motivación y el deseo de permanecer en la escuela. Donde el conocimiento teórico se vincule de forma constante con la práctica y la resolución de problemas reales. Y donde las y los estudiantes trabajen en equipo para llevar adelante proyectos significativos para su vida, e integren conocimientos de distintas disciplinas en un camino de aprendizaje profundo y dinámico.
Vincula sus propuestas formativas a los entornos socioproductivos
Las transformaciones en el mundo del trabajo, las tecnologías de la información y comunicación, el multiculturalismo y la globalización presentan nuevos desafíos para la educación. La sociedad está cambiando a un ritmo muy acelerado y es por eso que la escuela debe ofrecer a los jóvenes y adolescentes, propuestas formativas que se vinculen y respondan a los diversos contextos socio productivos y desafíos de la actualidad.
En esta línea, es imprescindible que la secundaria promueva saberes que las y los jóvenes y adolescentes puedan aplicar en distintas esferas de la vida. Las exigencias del siglo XXI requieren la consolidación de competencias que permitan la realización de tareas cada vez más complejas y ambiguas.
Promueve el trabajo colaborativo y la conformación de comunidades de aprendizaje
Para la transformación educativa es necesario considerar al diálogo y a la diversidad de interacciones entre las personas como elementos centrales del aprendizaje. Para mejorar la enseñanza, el aprendizaje y la convivencia entre pares hay que habilitar los espacios de diálogo igualitario y el trabajo colaborativo. Para Paulo Freire, el diálogo es un requisito previo a la construcción del conocimiento y en este sentido es preciso aclarar que la importancia que se le dé al mismo no debe ser menor por fuera de las paredes del aula. Es vital para la comunidad educativa que todos sus miembros puedan tener espacios de diálogo igualitario en donde se favorezca el aprendizaje de unos con otros, donde surjan ideas nuevas y logren con respeto establecer objetivos comunes en pos de una transformación educativa.
¿CUÁLES SON LOS PRINCIPIOS QUE GUÍAN ESTA TRANSFORMACIÓN?
Identidad misionera
Este camino de transformación espera encarnar la identidad de nuestra provincia y de nuestra gente. Con sus costumbres, con sus riquezas, con sus demandas y necesidades de mejora y con sus valores.
Justicia educativa
Este principio busca velar porque podamos dar oportunidades a todos y todas nuestros/as estudiantes más allá de sus puntos de partida. Supone que nos propongamos hacer todo lo que está en nuestras manos para propiciar el desarrollo de su máximo potencial. Creemos que en la escuela, en las aulas mismas, es que podemos garantizar este principio. Valorando y trabajando con la diversidad de nuestros estudiantes, acompañando el proceso de cada uno de ellos/as, flexibilizando formatos para sostener trayectorias, generando propuestas de enseñanza poderosas, con altas expectativas para todos y todas.
Trabajo colaborativo
El trabajo colaborativo, supone una apertura de todos los miembros a la mirada del otro, a una matriz más dialógica y de construcción conjunta. Este permite el desarrollo de comunidades de aprendizaje, más democráticas, integradoras y respetuosas de la diversidad de miradas, donde todos/as podemos aprender unos/as de otros/as. Estamos convencidos de que en forma colaborativa las transformaciones que se logran son más significativas y profundas.
Evaluación continua
Si no evaluamos, será imposible cualquier intento de mejora genuino. El trabajo deberá comenzar con evaluar la situación actual para definir lo que esperamos transformar al interior de la escuela, continuará con un monitoreo de nuestros avances para que podamos tomar decisiones en el camino y finalizará con una evaluación que nos permita reconocer lo mejorado y planificar nuevos caminos de transformación. La propuesta es mirar la evaluación como una aliada a nuestra tarea profesional.
¿QUÉ ESPERAMOS TRANSFORMAR?
La complejidad de la transformación de la educación secundaria no puede ser abordada de forma aislada. No existe un factor determinante que, por sí solo, pueda resolver los problemas que caracterizan al nivel. Por el contrario, para lograr la transformación deseada es necesario llevar a cabo una política integral que aborde de forma simultánea y articulada varios aspectos de su funcionamiento. Como sostiene Fullan (2009), las reformas educativas exitosas son aquellas que operan sobre un conjunto acotado de factores que interactúan entre sí de forma coherente.
Definimos entonces cinco componentes de intervención bajo el supuesto de que el trabajo con ellos permitirá la transformación integral de la secundaria misionera: i) el desarrollo pedagógico-curricular; ii) la formación de los equipos escolares; iii) las condiciones institucionales y materiales; iv) el gobierno del sistema; y v) el monitoreo y la evaluación de la política.
A nivel de sistema, por un lado, se ha trabajado en un régimen académico marco para la escuela secundaria que habilita estrategias innovadoras, flexibles y personalizadas que permitan sostener la trayectoria de cada estudiante. Por otro lado, se destinaron esfuerzos en generar documentos orientadores de desarrollo curricular, estableciendo contenidos prioritarios ligados a contenidos emergentes actuales y de interés de los estudiantes, agrupados en temáticas globales de abordaje interdisciplinario. Asímismo, se espera trabajar en el diseño de un sistema de información que permita la toma de decisiones más contextualizada y rápida, tanto al nivel central como de las propias escuelas, entre otras acciones que acompañen esta transformación integral.
A nivel de las escuelas, cada una será acompañada para pensar su propia transformación en función de lo que descubra que necesita ser repensado, mejorado, interpelado. Se esperará derribar o mitigar aquellas barreras que obstaculizan los aprendizajes y/o las trayectorias fluidas de los y las estudiantes. Se las invitará a pensar los problemas desde una mirada pedagógica para encontrar caminos que nos ayuden a alcanzar mayores niveles de aprendizaje y mejores trayectorias para todos los y las jóvenes que la transitan. Para ello buscaremos fortalecer el rol del equipo directivo, actualizar los saberes en relación a pedagogías de innovación de los profesores y las profesoras, y a profundizar en una concepción inclusiva de la educación secundaria, con estrategias de acompañamiento a las trayectorias, llevadas adelante por los Docentes Acompañantes de Trayectorias Escolares (DATEs) dentro de la escuela. Con todo ello esperamos transformar la cultura escolar hacia una cultura colaborativa y de búsqueda de la mejora constante desde su propio accionar, con liderazgos distribuidos entre diferentes actores del entramado institucional.
A medida que las escuelas transiten los trayectos formativos y las instancias de acompañamiento situado, se espera conformar redes de colaboración entre sí para la mejora continua, ampliando la idea de comunidades de aprendizaje más allá de la propia comunidad escolar. A través de estas redes las escuelas tendrán la oportunidad de compartir experiencias exitosas y problemáticas pedagógicas comunes, potenciando la difusión de innovaciones y estrategias de mejora entre ellas.
¿CON QUÉ APOYOS CONTARÁN LAS ESCUELAS?
La implementación tiene tres líneas de trabajo que suponen un apoyo en la transformación que las escuelas puedan y quieran hacer, que se suman a la tarea de los supervisores.
Por un lado, en cada escuela habrá profesores que asuman el rol de Docentes Acompañantes de Trayectorias Escolares (DATE) con horas de dedicación para el trabajo con los estudiantes, con las familias y con el resto de los profesores destinado a acompañar las trayectorias de cada uno de los y las estudiantes.
En los primeros años su intervención versará sobre el oficio de estudiante de la escuela secundaria y en los últimos años su intervención girará en torno al proyecto de vida de los y las estudiantes, de manera de acompañar cada etapa desde lo académico, lo personal y lo social.
Por otro lado, varios miembros del equipo directivo y docente recibirán capacitación brindada por universidades y organizaciones reconocidas por la calidad de sus propuestas de formación.
Los docentes elegidos para ser Profesores Multiplicadores en sus comunidades, recibirán capacitación en relación a metodologías activas y escenarios de aprendizaje, los profesores que asumirán el rol de Docentes Acompañantes de Trayectorias Escolares (DATE) recibirán una capacitación específica al acompañamiento a las trayectorias y miembros del equipo directivo realizarán un postítulo de 200 hs para el desempeño de su rol.
Por último, cada escuela contará con un Asesor Pedagógico Territorial que dependerá de la Subsecretaría de Educación, con quienes tendrán una reunión presencial y un encuentro sincrónico o telefónico mensual para el acompañamiento del proceso de transformación de la escuela en su conjunto. Estos perfiles fueron especialmente seleccionados por sus conocimientos del nivel secundario, en muchos casos por su experiencia en la formación de formadores, y por sus recorridos en el sistema educativo misionero.
¿QUIÉNES PARTICIPARÁN COMO REFERENTES DE LA ESCUELA?
Se invitará a participar de las propuestas formativas a 2 miembros del equipo directivo, 6 profesores multiplicadores y 1 Docente Acompañante de Trayectorias Escolares (DATE). Ellos conformarán el Equipo de Transformación Institucional cuyo objetivo es hacer girar la rueda de la transformación y la innovación tratando de incluir a toda la comunidad educativa.
¿CÓMO SE SELECCIONAN DICHOS PERFILES?
Los dos miembros del equipo directivo deberán ser, uno el o la director/a de la escuela y otro miembro del equipo directivo que desee participar con lo que ello implica.
En cuanto a los profesores, estos pueden ofrecerse voluntariamente y entre los que se presenten el equipo directivo elegirá en función de los siguientes requisitos:
- Deberá haber al menos un profesor/a de las asignaturas que se incluyen en cada una de las 4 áreas troncales del currículum, que son: lengua y literatura, matemática, ciencias naturales y ciencias sociales, un profesor/a que tenga interés en el Aprendizaje Basado en Proyectos y algún otro/a profesor/a que desee profundizar y multiplicar el trabajo con metodologías activas en el marco de las pedagogías de la innovación.
- Deberá haber profesores/as de primer ciclo y profesores/as de segundo ciclo de manera de poder trabajar dentro de su ciclo con otros docentes con los que comparte grupos de alumnos.
- Se recomienda que sean personas con varias horas en la escuela, pero sobre todo con entusiasmo por la propuesta.
- En relación a los DATE, en los casos en que no se cuente con este perfil aún, se elegirá uno por ciclo teniendo a cargo un máximo de 101 estudiantes cada uno/a y su proceso de selección se realizará a través de entrevistas, de las cuales participan, autoridades de la Escuela y el supervisor regional como representante del Consejo General de Educación.
¿CÓMO SABREMOS QUE HEMOS MEJORADO?
Además de las estrategias señaladas anteriormente, un requisito primario para fortalecer el gobierno del sistema es incrementar la disponibilidad y el uso de la información. Es muy necesario monitorear lo que hacemos para saber si esto contribuye a mejorar las prácticas escolares o no y en función de ello, realizar los ajustes necesarios y tomar las decisiones adecuadas orientadas a la mejora.
En este sentido, se diseñará e implementará un sistema integrado de monitoreo y evaluación que ofrezca información precisa y oportuna sobre el avance y los resultados de la política de transformación de la secundaria misionera. Las dimensiones de la implementación que estaremos midiendo en términos generales serán la mejora de las trayectorias escolares, la mejora en los aprendizajes y la mejora del bienestar integral de los y las estudiantes.